Fuente: Reuters
En la actualidad, los nuevos programas de Inteligencia Artificial (IA) como ChatGPT, Midjourney y Stable Diffusion parecen estar transformando la expresión humana, ya que están batiendo récords en el crecimiento de sus usuarios.
Ante dicha situación, el sistema legal aún no ha determinado quién es el propietario de la producción: si los usuarios, los dueños de los programas, o tal vez nadie en absoluto.
Según argumentan expertos legales, serían millones de dólares los que podrían depender de la respuesta a dichas interrogantes.
A juicio de Ryan Merkley, exjefe de Creative Commons (Organización estadounidense que emite licencias para permitir que los creadores compartan su trabajo), si los usuarios y propietarios de los nuevos sistemas de IA pudieran obtener los derechos de autor, generarían enormes beneficios.
Por ejemplo, las empresas podrían utilizar la IA para producir y poseer los derechos de grandes cantidades de gráficos, música, vídeos y textos de bajo costo para publicidad, marcas y entretenimiento, por lo que los órganos rectores de derechos de autor estarían bajo una enorme presión para permitir que se otorguen los derechos a obras generadas por computadora», afirma Merkley.
Es importante recordar que en USA, al igual que en otros países, cualquier persona que participe en la expresión creativa generalmente tiene derechos legales inmediatos sobre ella. Por lo tanto, los tribunales, incluida la Corte Suprema de los Estados Unidos, sostienen que un autor debe ser un humano.
Sin embargo, el científico informático Stephen Thaler de Missouri, ha sostenido que sus programas de IA son conscientes y deberían ser reconocidos legalmente como los creadores de las obras de arte y las invenciones que generaron, motivo por el cual, ha demandado a la Oficina de Derechos de Autor, presentando una petición ante la Corte Suprema de Estados Unidos y en la actualidad tiene un caso de patente ante la Corte Suprema del Reino Unido.
De igual forma, muchos artistas y empresas que poseen contenido creativo, se oponen ferozmente a otorgar derechos de autor a propietarios o usuarios de IA, argumentando que los nuevos algoritmos funcionan entrenándose en grandes cantidades de material en la web abierta, parte del cual tiene derechos de autor, por lo tanto, los sistemas de inteligencia artificial estarían engullendo material protegido legalmente sin permiso.
Otro ejemplo de esto, sería el proveedor de fotografías de archivo Getty Images, (grupo de artistas visuales y propietarios de códigos informáticos) que ha presentado demandas por separado contra los propietarios de programas de IA, incluidos Midjourney, Stability AI y OpenAI, desarrollador de ChatGPT y Dall-E, por infracción de derechos de autor, que las empresas niegan.
Una de las artistas, Sarah Andersen dijo que otorgar derechos de autor a las obras de AI «legitimaría el robo».
En conclusión, éste es un tema que sigue generando muchas especulaciones entre artistas, creadores, programadores y expertos legales, pero lo que sí podemos asegurar es que hasta el momento la legislación internacional prevé que los derechos de autor únicamente pueden ser otorgados a una invención humana.