La Inteligencia Artificial (IA) está cambiando el mundo en el que vivimos y se encuentra presente en casi todos los sectores y la Propiedad Intelectual (PI) no es una excepción.
Cada vez es más frecuente que empresas soliciten protección mediante patentes por invenciones que han sido desarrolladas por una aplicación de IA, lo que supone un reto para la mayor parte de legislaciones de patentes en el mundo, ya que estas, suelen determinar que la patente es un derecho que se le reconoce a un inventor humano / persona física. Pero en la gran mayoría de casos las decisiones de los órganos responsables van en la dirección de rechazar las patentes cuando se trata de IA.
Pese a que la IA es una tecnología usada para fines generales y con aplicaciones muy extendidas en toda la economía y la sociedad, se plantean las siguientes interrogantes fundamentales que ocupan un lugar central en los sistemas de PI vigentes:
¿Debe incentivarse la innovación y la creación en el campo de la IA mediante la PI? ¿Cómo debe sopesarse el valor de la invención y la creación humanas con la innovación y la creación derivadas de la IA? ¿Requiere la llegada de la IA que se modifiquen los marcos de PI vigentes?
En respuesta a estas preguntas, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) hace las veces de foro de múltiples partes interesadas, destinado a promover la comprensión sobre las cuestiones de PI relacionadas con el desarrollo de estas aplicaciones, en el conjunto de la economía y la sociedad, así como su importante incidencia en la creación, producción, distribución de productos, servicios económicos y culturales.
En este sentido, la OMPI está al frente del «Diálogo sobre PI e IA», en el que concurren Estados miembros y otras partes interesadas para dialogar sobre los efectos de la IA en la PI, y en la actualidad, está dando prioridad a algunos asuntos y forjando consideraciones preliminares sobre las cuestiones que plantea la AI en las políticas de PI con respecto a esos asuntos prioritarios.
Es importante reflexionar sobre el tema de las invenciones creadas por sistemas de Inteligencia Artificial, y que los distintos países modifiquen sus legislaciones en materia de PI para permitir un cierto grado de protección para estos desarrollos. De lo contrario, se podría desincentivar la actividad de aquellas empresas tecnológicas que, ayudadas de dichos sistemas, buscan aportar soluciones técnicas que mejoren la vida de las personas.