Desde hace años los mexicanos nos hemos familiarizado con el término ‘Frappuccino’, lo empleamos para identificar a aquellas bebidas, ya sea, a base de café, de frutas o infusiones, con lácteos o sin ellos, pero cuya particularidad es estar mezclada con una gran cantidad de hielo y que al molerse, obtienen una textura similar a la de un raspado o granizado. 

Sin embargo, pocos conocíamos el origen de la palabra y de dicho producto, hasta que hace unos días varias cafeterías locales denunciaron haber sido notificadas por la popular franquicia americana Starbucks, quién les solicitaba dejar de usar la palabra ‘Frappuccino’ dentro de sus menús.

Y es que, en 1994 un empresario de Boston, Massachusetts llamado George Howell, creó un café expreso con una espuma de leche al que llamó ‘Frappuccino’. Al año siguiente, la cadena Starbucks compró The Coffee Connection, fundada por Howell, y con ello, también los derechos del nuevo producto.

En lo que refiere a México, Starbucks utiliza la marca ‘Frappuccino’ en bebidas como café y té, desde el 2002, por lo que se requiere una licencia otorgada por la empresa para poder referirla para su venta.

Bajo este contexto, la firma legal que representa los intereses de Starbucks, solicitó a las cafeterías que “desistan y retiren el uso, venta, promoción a cualquier actividad comercial relacionada con la marca ‘Frappuccino’ o las variantes ‘Frapuchino’, ‘Frappucino’, y/o ‘Frappuchino’ en su establecimiento mercantil”, menú, carteles, página web, redes sociales y cualquier tipo de publicidad.

En este mismo orden de ideas, es importante señalar que de acuerdo con Marcanet, el portal de consulta externa gratuito que administra el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), en el Instituto existen 17 registros de marca de frappuccino, de los cuales tres se combinan con “unicorn frappuccino”, un tipo de bebida especial de temporada caracterizada por sabores dulces y colores que emulan a los unicornios. De estos registros, 16 pertenecen a Starbucks Corporation desde 2001 y uno a un establecimiento de cerámica “Internacional de Cerámica”, cuya actividad comercial es “pisos (no metálicos). 

Ahora, si bien, el registro de la marca ‘Frappuccino’ está totalmente respaldado por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos así como por parte de IMPI, la bebida como tal no necesariamente tendrá que desaparecer del resto de cafeterías, ya que puede ser comercializada si es llamada de otra manera o pidiendo una licencia a la empresa para poder usarla.

Cabe resaltar que el registro de una marca se realiza, para que otras personas no hagan mal uso de la misma o traten de adueñarse de la creación y según lo establecido en el IMPI y en acuerdos internacionales, el registro de la marca tendrá una validez de 10 años a partir de que se presentó la solicitud, con posibilidad de renovación dentro de los seis meses anteriores al vencimiento de su vigencia.

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